Antes de comenzar me gustaría hacerte unas preguntas:
¿Te gustan tus encuentros sexuales?
¿Hacéis, en estos encuentros, cosas que os gustan a ambos?
¿Has fingido alguna vez un orgasmo?
¿Has fingido que te gustaba algo que te estaba haciendo tu amante?
Si las respuestas son “NO, NO, SÍ, SÍ” o algo parecido… ¡¡Necesitas leer este post!!, si esas no son tus respuestas, también te animo a que te quedes, puede que aprendas algo nuevo.
Te has preguntado alguna vez… ¿Por qué fingimos en las relaciones sexuales?¿Por qué no decimos aquello que nos gusta?
Yo me lo he preguntado muchas veces, como sexóloga y como mujer. Yo y muchos colegas de la profesión llegamos a la siguiente conclusión:
- Por todos los tabúes que tenemos alrededor del sexo y blablabla…
- Pero también y muy importante, por nuestra grandísima necesidad de aprobación y nuestra carencia en habilidades sociales.
Vayamos por partes, ¿por qué fingimos placer en las relaciones sexuales? porque no queremos que el otro se enfade, o se sienta mal, o piense que somos raros/as porque no nos gusta determinada postura etc. Es decir, porque nos da miedo que NO nos aprueben.
Y por esta misma razón tampoco solemos decir las cosas que nos gustan, especialmente si son cosas “poco convencionales”.
Este miedo, a no ser aprobados por los demás hace que nuestros encuentros sexuales no sean tan satisfactorios como nos gustarían. Incluso pudiendo llegar a ser aburridos o poco placenteros, puesto que no estamos haciendo cosas que nos excitan.
Es por esto, que es importante escuchar nuestras necesidades y cubrirlas y más en el plano sexual, donde buscamos pasarlo bien (y a veces también buscamos reproducirnos).
Antes os comentaba que además de la necesidad de aprobación, también aparecía el problema de las habilidades sociales. ¿Qué ocurre?
Muchas veces no sabemos cómo comunicar cosas, especialmente cuando se trata de cosas delicadas tales como las relacionadas con nuestros encuentros sexuales.
No es lo mismo decir “eres un aburrido en la cama, cuento los segundos para que eyacules y me dejes en paz” a, “no estoy disfrutando de nuestros encuentros sexuales y me gustaría que probáramos cosas que nos hagan sentir placer a ambos”.
Recuerda, cuando vayas a hablar de tu ausencia de placer en el plano sexual, nunca acuses a la otra persona, porque lo único que conseguimos cuando acusamos a alguien es que se ponga a la defensiva y el asunto no se resuelva.
Habla desde ti
“yo no estoy sintiendo placer”, “me cuesta hablar de estos temas y nunca me atrevo a contarte qué me gusta y qué no”
Y por favor, recuerda, aunque cada uno somos responsables de nuestro placer, en un encuentro sexual todas las personas implicadas tenemos que preocuparnos por el placer sexual de los demás. Porque como ya comentábamos el encuentro es un momento que tiene como objetivos promover la intimidad, el bienestar, el disfrute… A nadie le gusta estar con una persona egoísta en la cama.
Espero que este post te haya sido de ayuda, estaré encantada de leerte en el apartado de comentarios.
0 comentarios