Aunque normalmente asociamos la técnica del semáforo a una técnica para niños a mi me gusta bastante utilizarla en sesión con adultos y en terapia de pareja.
¿Por qué es útil la técnica del semáforo?
Porque se trata de una técnica de inteligencia emocional. La inteligencia emocional nos ayuda a conocer y regular nuestras emociones y (en la medida de lo posible) las de los demás.
Cuando estamos muy enfadados nuestro cerebro está sobreactivado y acabamos haciendo y diciendo cosas de las que nos arrepentimos, por tanto, es necesario que aprendamos a parar a tiempo dicho enfado.
Por tanto, si aprendemos a utilizar esta técnica, nuestras discusiones y desencuentros con los demás serán mucho más livianos.
Esta técnica es muy útil también si somos personas muy impulsivas. Puesto que nos ayuda a parar y tomar conciencia.
¿En qué consiste?
Pues te la voy a explicar de una manera muy sencilla tal y como lo explico en la consulta. Imagina la función de los colores de un semáforo:
¿Para qué sirve el color rojo? Para pararnos y… ¿el color naranja/ámbar? para frenar y tomar la decisión de parar o no. El verde ¿Qué nos quiere decir? adelante puedes pasar.
Pues en esto mismo consiste esta técnica pero asociada a nuestras emociones. La técnica del semáforo la utilizamos cuando las emociones negativas o la impulsividad nos desbordan.
PASO 1: ¡ROJO!:
Cuando estas emociones tan desagradables (ansiedad, enfado, frustración, impaciencia…) nos están invadiendo hay unas señales corporales que nos van avisando de ello, algunas pueden ser:
- Un nudo en el estómago.
- Aumento de la temperatura y tasa cardiaca.
- Incremento de la velocidad de nuestros pensamientos.
- Tensión muscular.
- Elevamos la voz y nuestros movimientos corporales son más agresivos…
Cada persona siente unas sensaciones diferentes, estos son únicamente algunos ejemplos, así que si a ti te pasan otras cosas no te preocupes.
Cuando empecemos a sentir estas sensaciones tenemos que aprender a darnos la autoinstrucción ¡ROJO! lo que querrá decir, que tienes que parar dicha situación e irte a algún otro lugar a relajarte/despejarte (ve a darte un paseo, al baño o a por un vaso de agua).
Esto es algo que también podemos decir en voz alta cuando tenemos discusiones con nuestra pareja, como señal para parar la discusión y así poder retomarla cuando estemos más tranquilos.
PASO 2: ¡ÁMBAR!
Una vez hayamos parado la situación emocionalmente negativa es hora de reflexionar, pregúntate:
¿Qué ha ocurrido? ¿A nivel físico qué sensaciones tienes? ¿Qué emociones estás sintiendo?
Y muy importante ¿de qué otra manera puedes enfrentarte a esta situación? ¿Qué soluciones alternativas se te ocurren?
PASO 3: ¡VERDE!
Escoge la solución que más te convenza (que no conlleve emociones negativas tales como la rabia o el enfado) y llévala a cabo.
Si te gustaría aprender a controlar mejor tu temperamento y/o impulsividad re animo a que reserves una sesión conmigo y podamos trabajar en ello juntas.
También te recomiendo que le eches un ojo a mi canal de YouTube si te gusta aprender sobre psicología, sexología y terapia de pareja.
0 comentarios